Vamos a retroceder hasta el siglo XVII. George Fox, hijo de un burgués del sector textil de Leicester (Inglaterra), fue el fundador de una de las ramas más extrañas del cristianismo. Durante su vida, predicó un pacifismo y no violencia radicales y un retorno al cristianismo arcaico, incitando por tanto, a la vida austera, tranquila y deplorando las riquezas y desigualdades. Además, nunca estableció un culto estricto y recto en el cual los seguidores de este dulcinismo reconvertido, cosa que ha permanecido en el tiempo y que ha permitido mantener a la corriente religiosa un progresismo inusitado dentro del cristianismo. Fox, en uno de los múltiples juicios en los que se vio inmerso por su actividad religiosa y por la defensa de los más pobres, aseveró ante el juez “que tiemble en la palabra del señor” en todos vosotros y, … Leer más